Esquizofrenia
La Esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a aproximadamente 24 millones de personas en el mundo (1 de cada 300 personas, 0,32%). Frecuentemente aparece al final de la adolescencia o entre los 20 y 30 años de edad. En los hombres suele manifestarse antes que en las mujeres.
• Causas
Según las investigaciones, la esquizofrenia podría estar provocada por la interacción entre la carga genética de la persona, alteraciones en algunas vías de neurotransmisores cerebrales y determinados factores ambientales, como por ejemplo el ambiente psicosocial entre otros.
• Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de su desarrollo o desencadenamiento, están:
- Los antecedentes familiares de esquizofrenia;
- Algunas complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, como malnutrición o exposición de la mujer embarazada a toxinas o virus que pueden impactar negativamente en el desarrollo del cerebro fetal;
- El uso abusivo de drogas psicoactivas o psicotrópicas durante la adolescencia y la juventud, como por ejemplo el consumo excesivo de cannabis.
Síntomas
Se caracteriza por una gran alteración en la percepción de la realidad con cambios en el comportamiento.
Presentan ideas delirantes, donde la persona erróneamente cree que algo es verdadero, a pesar de tener pruebas que indiquen lo contrario.Otro de los síntomas son las alucinaciones, donde puede oír, oler, ver, tocar o sentir cosas que no están presentes. Tienen vivencia de influencias, control o pasividad, donde perciben que los pensamientos, acciones, impulsos o sentimientos no son generados por uno mismo, sino que son otros los que los sitúan en la mente de uno, o los quitan de ella, o que los pensamientos de uno se transmiten a los pensamientos de otros. El razonamiento es desorganizado, manifestándose en un discurso confuso o incoherente. El modo de actuar puede ser extraño o sin propósito, las reacciones emocionales pueden ser inapropiadas o impredecibles.
Presentan “síntomas negativos” como gran limitación en el habla, restricción en la vivencia y expresión de emociones, retraimiento social, incapacidad para experimentar interés y placer; pueden presentar agitación extrema o enlentecimiento de los movimientos o adoptar posturas extrañas. Presentan también alteraciones cognitivas, afectándose además del pensamiento, la memoria, la atención y la resolución adecuada de los problemas.
Aproximadamente un tercio de las personas que padecen esquizofrenia tienen una remisión completa de los síntomas, realizando los tratamientos adecuados. Otros presentan una remisión parcial de los síntomas a lo largo de su vida y otros un empeoramiento gradual de los síntomas con el paso del tiempo.
Evolución y tratamiento
La esquizofrenia se asocia frecuentemente con un deterioro personal, en las relaciones familiares y sociales, en el área educativa y ocupacional y en el área de la salud física en general, entre otras esferas importantes de la vida.
Las personas que padecen esta enfermedad, sufren un intenso estigma en forma generalizada, trayendo como consecuencias la exclusión social, problemas vinculares familiares, limitaciones en el acceso a la salud, a la educación, la vivienda y el empleo.
Son vulnerables a sufrir frecuentemente violación de sus derechos humanos en diferentes tipos de instituciones.
Es muy importante que las personas que padecen esquizofrenia, reciban los tratamientos adecuados con equipos interdisciplinarios de salud mental con base en la comunidad, donde estén integradas la atención primaria de la salud, la atención en hospitales generales y monovalentes, centros de día y casas de medio camino con el apoyo terapéutico correspondiente.
El tratamiento generalmente consiste en seguimiento por psiquiatría con la medicación adecuada, psicoeducación, terapia psicológica, terapia familiar, rehabilitación psicosocial y empleo asistido.
Generalmente la persona que padece esquizofrenia no tiene consciencia de que sus síntomas se deben a un trastorno mental que requiere atención médica. Es por esto que son los familiares o allegados los que deben generar la consulta adecuada por salud mental.
Es importante acercarse a hablar con la persona que padece esquizofrenia, acerca de sus preocupaciones y ofrecerles ayuda profesional. En ocasiones es necesario intervenir en la emergencia cuando se presentan situaciones de riesgo cierto e inminente para sí y/o terceros y si fuera necesario, realizar la indicación de internación adecuada.