No hay nada raro ni extraordinario en el hecho de meditar. Cualquiera puede realizarlo, no es necesario tener ningún conocimiento previo, ni una condición física especifica. Es tan solo llevar la atención a la vida conscientemente .

Cuando se la ejercita de forma adecuada resulta muy valiosa a todos los niveles, desde el individual, laboral, social, familiar, político y global.

Y si estamos lo suficientemente motivados para comprender quiénes somos en realidad y dispuestos a comprometernos con nuestra vida, se producen rápidamente cambios en lo personal y en el entorno.