MPL - Consejos para la Salud
07/10/2020

COVID-19

MICROGOTAS Y VITAMINA D EN COVID-19

   
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La trasmisión en el aire del COVID-19 sigue siendo materia de debate, pero esta semana 239 expertos se pronunciaron a través de un documento presentado por el Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y Salud de la Universidad Tecnológica de Queensland, Brisbane, Australia, en donde se hace un llamado a la comunidad médica y a los organismos nacionales e internacionales relevantes para que reconozcan el potencial de propagación por el aire de la enfermedad del coronavirus. “Existe un potencial significativo de exposición por inhalación a virus en gotitas respiratorias microscópicas (microgotas) a distancias cortas a medianas (hasta varios metros, o escala de habitación), y estamos abogando por el uso de medidas preventivas para mitigar esta ruta de transmisión aérea”, sentencia el documento.

Los estudios de los firmantes y otros científicos han demostrado más allá de toda duda razonable que los virus se liberan durante la exhalación, el habla y la tos en microgotas lo suficientemente pequeñas como para permanecer en el aire y representar un riesgo de exposición a distancias superiores a 1 ó 2 metros de una persona infectada. Por ejemplo, a velocidades típicas del aire en interiores, una gota de 5 μm viajará decenas de metros, mucho mayor que la escala de una habitación típica, mientras se asienta desde una altura de 1,5 m hasta el suelo.

“La evidencia es ciertamente incompleta para todos los pasos en la transmisión de microgotas de COVID-19”, confirman los expertos, pero recalcan que siguiendo el principio de precaución, se deben abordar todas las vías potencialmente importantes para frenar la propagación de la COVID-19.

José Luis Jimenez, experto en química ambiental, definió al SARS-CoV-2: “Desde el punto de vista técnico es un virus que se transmite por esta vía de los aerosoles y un poco por las superficies; es difícil de entender ya que no es súper contagioso. La medicina y los epidemiólogos tienen la creencia de que si un virus se transmite por el aire tiene que ser muy contagioso y esto es un error de la historia; han negado que las enfermedades o los virus se transmiten por el aire y sólo se han demostrado las que eran muy contagiosas”. Esta tesis refuerza el hecho de que existe la transmisión aérea del nuevo coronavirus y es más importante de lo que se creía.

“Los aerosoles son pequeñas partículas, pequeñas bolitas de material, o saliva o fluido respiratorio que salen al hablar o al respirar y flotan en el aire. También salen las gotas más grandes que caen al suelo en uno o dos metros pero además salen partículas mucho más pequeñas que no vemos y ahí puede haber un virus, y entonces esas se quedan flotando en el aire, y otra persona la puede respirar y así infectarse”, especificó el químico, que según la Universidad de Colorado es el quinto científico más citado a nivel mundial en geociencias durante los últimos 10 años.

Muchas enfermedades, incluido el COVID-19, infectan con mayor eficacia cuando están cerca. Dado que las gotas son visibles y caen al suelo hasta a dos metros, podemos ver y comprender fácilmente esta ruta de infección. De hecho, durante décadas se pensó que la tuberculosis se transmitía por gotitas y fómites, basándose en la facilidad de infección en las proximidades, pero la investigación de la ciencia finalmente demostró que la tuberculosis solo se puede transmitir a través de aerosoles. “Creo que hemos cometido un error similar con COVID-19”, manifestó el profesor de la Universidad de Colorado.

Incorporar suficiente vitamina D reduce 52% las probabilidades de morir a causa de COVID-19

Existe suficiente evidencia científica para determinar que la deficiencia de este compuesto ‘del sol’ aumenta el riesgo de contagio.

Una nueva investigación determinó que obtener vitamina D está relacionado con un menor riesgo de sufrir infecciones graves por coronavirus y padecer síntomas graves como confusión, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar y muerte. Las personas que incorporan suficiente vitamina D tienen un riesgo 52 por ciento menor de morir de COVID-19 que aquellos que tienen deficiencia de la ‘vitamina del sol’, revelaron.

Se trata de un estudio llevado adelante por la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston de los Estados Unidos, en donde los científicos se preguntaron qué hace que una persona sea más propensa a contraer COVID-19. La falta de vitamina D se determinó mediante la medición del elemento ´25-hidroxivitamina D´ en sangre, según un nuevo estudio en más de 190.000 personas dirigido por Michael F.Holick, PhD, MD, endocrinólogo estadounidense, especializado y reconocido en el campo de la vitamina D, profesor de Medicina, Fisiología y Biofísica Molecular en el campus médico de la Universidad de Boston.

En este contexto, tres importantes estudios analizaron los efectos del aislamiento en la salud y la importancia de la vitamina D, que necesita de la exposición al sol y al aire libre para incorporarse adecuadamente al organismo y llegaron a la conclusión de que existe suficiente evidencia científica para determinar que la deficiencia de este compuesto ‘del sol’ aumenta el riesgo de contagio.

Este nuevo estudio retrospectivo, que se publicó en el sitio médico PLOS ONE, mostró una fuerte correlación entre los niveles sanguíneos más altos de 25-hidroxivitamina D y las tasas más bajas de positividad para el SARS-CoV-2, especialmente en pacientes que vivían en códigos postales predominantemente afroamericanos e hispanos.

“Esta intervención simple y económica de tomar vitamina D puede ayudar significativamente a reducir el riesgo de infección por este virus mortal”, concluyó el principal investigador del documento científico