9 de diciembre de 2025

Homenaje a 40 años de la sentencia del Juicio a las Juntas

La Corte Suprema distinguió a los camaristas que dictaron el histórico fallo.

Al conmemorarse el 40° aniversario de la sentencia del Juicio a las Juntas Militares, y con la participación de más de 300 de sus integrantes, el Poder Judicial de la Nación homenajeó hoy en la Sala de los Pasos Perdidos del Palacio de Justicia a los miembros del tribunal que llevó adelante aquel histórico proceso: León Arslanian, Ricardo Gil Lavedra, Guillermo Ledesma, Jorge Valerga Aráoz y los fallecidos Andrés D’Alessio y Jorge Torlasco, estos últimos representados por sus familias que recibieron la distinción en nombre de ellos.

El presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, cerró el acto con un mensaje en el que calificó a la experiencia argentina como “un caso de justicia transicional ejemplar” a nivel mundial, y agregó: “Rendir cuentas con el pasado es una tarea compleja, más cuando ese pasado es reciente y tumultuoso”. Recordó que hasta entonces en el país la alternancia entre gobiernos constitucionales y de facto se había dado “sin rendir cuentas”, causando “una especie de amnesia artificial que generaba impunidad”.

Este “círculo vicioso”, dijo, se quebró a partir del impulso del expresidente Alfonsín y de un “auténtico juicio justo” que, lejos de resultar “una venganza encubierta con formas relativamente civilizadas”, se caracterizó por un profundo apego a la ley y ”coronó en una sentencia impecable”, pese a haberse desarrollado en “un contexto complejo, cargado de amenazas y riesgos para la institucionalidad”. 

Rosatti agradeció a los homenajeados “por haber sostenido los pilares democráticos y las instituciones republicanas cuando estaban en riesgo y por enseñarnos que los jueces independientes pueden combatir incluso al mal absoluto por caminos civilizados”, y anticipó que el Salón de los Derechos Humanos, escenario del juicio, integrará el Museo de la Corte Suprema a inaugurarse el año próximo. 

Por su parte, el vicepresidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, afirmó que “estos jueces pusieron al terror en su lugar, pero lo hicieron dentro de los límites y de acuerdo con lo ordenado por el derecho”. Por ende, sostuvo, “a 40 años del fallo la mejor manera de proyectar al futuro su actuación es renovar el compromiso central de adherir incondicionalmente a la legalidad”. 

Los integrantes del tribunal que juzgó a los responsables de la última dictadura, destacó Rosenkrantz, “dieron al país algo que parecía impensable: una respuesta jurídicamente impecable a crímenes atroces en el contexto de un proceso que respetó todas las garantías y derechos de la Constitución vigente. Estuvieron a la altura del desafío de la hora, no solo porque estaban profesionalmente preparados, sino porque actuaron con el coraje requerido”.

“Desafiando a los que pregonaban la impotencia del derecho y transitando únicamente por la senda del derecho penal liberal, estos hombres condenaron a quienes consideraron culpables y absolvieron a quienes encontraron inocentes –continuó el vicepresidente del Máximo Tribunal–. Es preciso decirlo, pues en nuestra sociedad todavía maniquea muchas veces se pierde la capacidad para distinguir entre lo que es debido y lo que nos gusta”.

En tanto, el ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti remarcó que los homenajeados “han elevado el prestigio de la institución” ya que “no solo firmaron un fallo: también generaron un texto que integra la memoria de los argentinos; mostraron coherencia, imparcialidad y templanza para resolver en un contexto difícil, e inauguraron una política de Estado que todos los jueces y juezas han sabido continuar a lo largo del tiempo”. Al respecto, enfatizó que “la política de memoria y justicia ya forma parte del contrato social de los argentinos”. 

Arslanian, quien presidiera la Cámara Federal que llevó adelante el juicio, agradeció el reconocimiento y definió aquella gesta como “un trabajo coral” que contó con el apoyo y el compromiso de los diferentes actores involucrados, desde el expresidente Alfonsín hasta los miembros de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, pasando por los empleados y funcionarios judiciales intervinientes. Reivindicó la vigencia y perdurabilidad de una sentencia “que desde su dictado, allá por 1985, nunca dejó de recordarse” y se manifestó esperanzado en que “nos hallemos frente a una nueva alborada: la oportunidad de que podamos, esta vez sí, construir ese país que queremos que nos albergue a todos”. 

Gil Lavedra, por su parte, resaltó la contribución de todas las partes que hicieron posible que esta “tarea titánica” llegara a buen puerto. En tal sentido, valoró la valentía de los testigos “de venir a narrar públicamente sus padecimientos cuando la democracia no estaba totalmente afirmada y los autores de los crímenes seguían en libertad”. Además, subrayó la dificultad del desafío emprendido: “No había precedentes a los que aferrarse ni estructura normativa que indicara el camino a seguir, los recursos técnicos eran primitivos, pero todos teníamos la convicción de que el horror del pasado necesitaba un juicio justo”, dijo, y consideró que el sentido de recordar este proceso radica en reivindicar la importancia del Poder Judicial como pilar democrático. “Hoy Argentina sigue necesitando una justicia que no tenga miedo de aplicar imparcialmente la ley y respete las garantías constitucionales”. 

El evento había comenzado con un discurso de Mariano Llorens, actual titular de la Cámara Federal, quien evocó la figura de los homenajeados: “Con su desempeño, fijaron un hito en la historia institucional del país con el que afianzaron el principio de independencia del Poder Judicial: su veredicto tuvo legitimidad y autoridad, vino a ratificar que el respeto a la Constitución y a la ley es, frente al futuro, una determinación del pueblo argentino”, expresó.  

Al finalizar la ceremonia, los invitados pudieron recorrer el Salón de los Derechos Humanos, donde se proyectó un video alusivo y se exhibieron documentos del expediente y del material fílmico original: un registro con más de 500 horas de grabaciones que, por su valor patrimonial, fue sometido a un proceso de preservación para ser conservado a largo plazo.

Entre los presentes estuvieron el exministro de la Corte Juan Carlos Maqueda; presidentes y jueces de las Cámaras Federales y Nacionales y de los tribunales orales en lo Criminal y Correccional Federal con asiento en la Ciudad de Buenos Aires; jueces de primera instancia de ese fuero; autoridades de distintas dependencias y secretarías de la Corte, de la Junta de Presidentes de Cámaras Federales y Nacionales, de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, de la Junta de Jueces de Tribunales Orales Nacionales, de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación y del Ministerio de Seguridad de la CABA y de la Policía Federal; además de funcionarios de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado, y de los familiares, amigos, colegas e invitados de los protagonistas.