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ORE - Jurisprudencia - Estados Unidos
25/03/2024

CORTE SUPREMA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Derecho Penal. Garantías constitucionales. Derecho de defensa en juicio. Juicio por jurados. Irrecurribilidad del veredicto de absolución. Non bis in idem. (McElrath v. Georgia, sentencia del 21-2-24).


   
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CORTE SUPREMA DE LOS ESTADOS UNIDOS, “McElrath v. Georgia”, sentencia del 21-2-24, en https://www.supremecourt.gov/opinions/23pdf/22-721_kjfl.pdf

Antecedentes del caso: en 2012, Damian McElrath fue acusado por el estado de Georgia de los delitos de homicidio doloso, homicidio agravado y lesiones gravísimas por haber matado a su madre adoptiva. En el juicio, el jurado emitió un veredicto dividido contra McElrath de no culpabilidad por razón de insania con relación al homicidio doloso, y de culpabilidad por enfermedad mental en cuanto a homicidio agravado y lesiones gravísimas. 
En la apelación, el Tribunal Supremo de Georgia resolvió que —según la ley del estado— el veredicto del jurado de culpabilidad por enfermedad mental por homicidio agravado se contraponía con el veredicto de no culpabilidad por razón de insania por homicidio doloso, ya que los veredictos exigen consideraciones afirmativas sobre estados mentales diferentes que no pueden existir al mismo tiempo (ver 308 Ga. 104, 112, 839 S. E. 2d 573, 579). El tribunal revocó tanto el veredicto de homicidio doloso como el de homicidio agravado, de conformidad con la llamada doctrina repugnancy del estado de Georgia, y ordenó que se realizara un nuevo juicio (ver ibidem, 839 S. E. 2d, 580). En su respuesta, McElrath adujo que la cláusula de doble incriminación de la V Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos prohibía a Georgia volver a juzgarlo por homicidio doloso, debido a que el veredicto anterior del jurado lo había declarado no culpable por razón de insania. El Tribunal Supremo de Georgia rechazó ese argumento. 
En consecuencia, McElrath interpuso un recurso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Sentencia: la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó la sentencia del Tribunal Supremo de Georgia. Resolvió que el veredicto del jurado que declaró a McElrath no culpable del delito de homicidio doloso por razón de insania constituía una absolución a los efectos de la doble incriminación, a pesar de las inconsistencias que pudieran existir con los otros veredictos emitidos por el jurado.
La Corte señaló que la cláusula de doble incriminación establece que ninguna persona será sometida, por el mismo delito, a un doble riesgo para su vida e integridad física. Desde mucho tiempo atrás se dispuso, en virtud de la V Enmienda, que un veredicto de absolución constituía una sentencia definitiva que pone fin al proceso e implica un obstáculo para un enjuiciamiento posterior a causa del mismo delito (ver “Green v. U. S.”, 355 U. S. 184, p. 188). En los precedentes de la Corte se definió que una absolución abarca a toda decisión sobre la prueba de acusación que resulta insuficiente para determinar la responsabilidad penal por la comisión de un delito (ver “Evans v. Michigan”, 568 U. S. 313, 318). Una vez que el jurado emite el veredicto de absolución, este se torna inviolable. El principio de que un veredicto de absolución no puede ser revisado, ya sea por error o por otro motivo, es posiblemente la regla más fundamental en la historia de la jurisprudencia sobre la cláusula de doble incriminación (ver “United States v. Martin Linen Supply Co.”, 430 U. S. 564, p. 571). Sea cual fuere el fundamento del veredicto (ver “Bravo-Fernández v. United States”, 580 U. S. 5, p. 10), la cláusula de doble incriminación prohíbe cuestionar el motivo de la absolución de un jurado. 
La Corte indicó que la ley del estado de Georgia establece específicamente que el acusado cuya defensa se basa en su insania no será declarado culpable del delito del que se lo imputa (ver Ga. Code Ann. arts. 16-3-2, 16-3-3). En este caso, el jurado concluyó que McElrath no era culpable por razón de su insania en relación con la imputación de homicidio doloso. Ese veredicto fue incuestionablemente una demostración de que la prueba acusatoria era insuficiente para imputarle la responsabilidad penal por un delito (ver “Evans”, 568 U. S., p. 318) y que, por ende, correspondía una absolución. 
El estado de Georgia argumentó que no había habido un veredicto válido de conformidad con las leyes del estado y que, por lo tanto, no había habido una absolución. Sin embargo, si a los fines de la doble incriminación se ha producido una absolución, esto implica una cuestión federal, y la caracterización de una sentencia emanada de un estado no es vinculante para la Corte (ver “Smalis v. Pennsylvania”, 476 U. S. 140, p. 144 n. 5). Si bien los estados tienen potestad para regular los procesos en virtud de los cuales sus leyes se llevarán a cabo (ver “Patterson v. New York”, 432 U. S. 197, p. 201), la cuestión última sigue siendo si la cláusula de doble incriminación admite un hecho como una absolución. En este caso, el veredicto del jurado de no culpabilidad por razón de insania constituyó tal determinación, y no tiene relevancia que el veredicto fuese acompañado por el dictado de otros veredictos que parecían basarse en inconsistencias. Una absolución es una absolución, incluso cuando un jurado emite veredictos contradictorios (ver “Bravo-Fernández”, 580 U. S., p. 8). 
El estado de Georgia afirmó que la prohibición de impugnar una absolución solo se aplica a los veredictos generales, pero los precedentes de la Corte prohíben toda especulación sobre las razones que dieron lugar al veredicto de absolución, aun cuando, como en este caso, las conclusiones específicas del jurado proporcionen una base fáctica para tales especulaciones. Hacer lo contrario facultaría a los jueces de manera inadmisible a ejercer el derecho del jurado (ver “Smith v. United States”, 599 U. S. 236, p. 252).