Julio De Vido cuestionó una decisión que estableció qué tribunal debía intervenir en una investigación por la presunta asignación de obras públicas al Grupo Austral.
La Corte Suprema desestimó el reclamo porque no estaba dirigido contra una sentencia definitiva o equiparable a tal, condición prevista en la normativa vigente para acceder al Máximo Tribunal.