Oficina de Referencia Extranjera
ORE - Jurisprudencia - Estados Unidos
09/08/2019

SUPREMA CORTE DE LOS ESTADOS UNIDOS

PROCESO PENAL. DERECHO DE DEFENSA. DERECHO A UNA ASISTENCIA LETRADA EFICAZ. AUTONOMÍA DEL IMPUTADO.


   
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Sentencia del 14-5-2018

En https://www.supremecourt.gov/opinions/17pdf/16-8255_i4ek.pdf 

McCoy v. Louisiana

Antecedentes del caso: Robert McCoy fue acusado de asesinar a la madre, al padrastro y al hijo de su ex mujer. Se declaró inocente de la imputación de homicidio en primer grado. Argumentó que se encontraba fuera del estado de Louisiana en el momento en que habían sido cometidos los delitos y sostuvo que unos policías corruptos habían matado a las víctimas cuando se había frustrado un negocio de tráfico de estupefacientes.
A pesar de que McCoy insistió apasionadamente en su inocencia y se negó rotundamente a declararse culpable, el tribunal de primera instancia, durante la etapa de sentencia, autorizó a su abogado, Larry English, a decir al jurado que su defendido había cometido los tres homicidios. La estrategia de English fue admitir que McCoy había cometido estos delitos, pero alegar que su estado de salud mental le había impedido tener el dolo específico requerido para ser condenado por homicidio en primer grado. Pese a la reiterada negativa del acusado, English aseguró al jurado que había sido el homicida y relevó al fiscal de la carga de la prueba en relación con este punto. McCoy prestó declaración en su propia defensa, donde sostuvo su inocencia por medio de una coartada difícil de comprender.
El jurado lo declaró culpable de los tres homicidios en primer grado. En la etapa de determinación de la pena, English volvió a admitir la culpabilidad de McCoy, pero pidió clemencia en razón de los problemas mentales y emocionales de su defendido. El jurado emitió tres veredictos de pena de muerte. Con un nuevo defensor, McCoy pidió infructuosamente ser juzgado de nuevo. 
La Suprema Corte de Louisiana confirmó la decisión del tribunal de primera instancia, que había considerado que English tenía atribuciones para admitir la culpabilidad de McCoy pese a que él se opusiera.
McCoy interpuso, entonces, un writ of certiorari, que consiste en una presentación directa a la Suprema Corte de los Estados Unidos para que requiera a un tribunal inferior el envío de una causa para examinar si en el procedimiento o en la sentencia se violó algún derecho.

Sentencia: la Suprema Corte de los Estados Unidos revocó la sentencia apelada.
La Sexta Enmienda de la Constitución garantiza a un acusado el derecho a elegir el objetivo de su defensa y a insistir en que su defensor se abstenga de admitir su culpabilidad, aun cuando el criterio del letrado, fundado en su experiencia, sea que confesar la culpabilidad constituye la mejor alternativa para evitar la pena de muerte.
1. La Sexta Enmienda garantiza, a todo imputado en un proceso penal, “la asistencia de un abogado para que lo defienda”. El acusado no renuncia al control del manejo de su caso ni lo deja totalmente en manos de su abogado, en virtud de que la Sexta Enmienda, al “garantizar personalmente al acusado el derecho a defenderse”, “habla de la ‘asistencia’ de un abogado, que sigue siendo un ‘asistente’, sin perjuicio de lo experto que sea” (Faretta v. California, 422 U.S. 806, pp. 819-820, 1975). El área de competencia del abogado es la conducción del proceso, pero algunas decisiones quedan reservadas al cliente, como las de declararse o no culpable, renunciar a su derecho a un juicio por jurados, declarar en su defensa y renunciar a una apelación. La autonomía para decidir que el objetivo de la defensa sea afirmar la inocencia corresponde a esta categoría reservada al cliente. La negativa a declararse culpable ante una prueba irrefutable en su contra, el rechazo a la asistencia de un abogado o la insistencia en mantener su inocencia en la etapa de sentencia de un juicio en que se puede imponer la pena de muerte no son elecciones estratégicas, sino decisiones que atañen a cuáles son realmente los objetivos del acusado (Weaver v. Massachusetts, 582 U.S., 2017). El abogado defensor razonablemente puede estimar que la admisión de culpabilidad es la opción más adecuada para evitar la pena de muerte, como English hizo en este caso. Pero el cliente puede no compartir ese objetivo. Por ejemplo, podría querer evitar, por encima de todo, el oprobio de admitir haber matado a miembros de su familia o podría considerar que la vida en prisión no merece ser vivida y preferir arriesgarse a morir, con la esperanza, aunque mínima, de ser absuelto. Por lo tanto, cuando un cliente deja en claro que el objetivo de “su defensa” es mantener su inocencia respecto de los actos criminales que se le imputan e intentar conseguir una absolución, el abogado debe atenerse a cumplir ese objetivo y no puede omitirlo admitiendo la culpabilidad de su defendido.
2. El precedente Florida v. Nixon (543 U.S. 175, 2004) no establece lo contrario. El abogado de Nixon no negó la autonomía de su cliente al hacer caso omiso del objetivo que deseaba alcanzar para su defensa, dado que Nixon “se mantuvo, en general, indiferente” durante las discusiones sobre la estrategia del juicio y “nunca aprobó o rechazó verbalmente” el criterio propuesto por su abogado defensor (p. 181). Nixon se quejó de que su abogado lo presentara como culpable una vez concluido el juicio (p. 185). McCoy, en cambio, se opuso en todas las oportunidades a la afirmación de English respecto de su culpabilidad, antes y durante el proceso, tanto en las reuniones con su abogado como ante el tribunal. 
La Suprema Corte de Louisiana se remitió a Nix v. Whiteside (475 U.S. 157, 1986) para concluir que la negativa de English a sostener la inocencia de McCoy era necesaria en términos de las Reglas de Conducta Profesional de Louisiana, una de cuyas disposiciones prohíbe a los abogados persuadir a que se incurra en perjurio. Ahora bien, en ese precedente el acusado había dicho a su abogado que tenía la intención de prestar una declaración falsa. En este caso, no hubo una declaración falsa reconocida. English no tenía dudas de que McCoy creía en lo que estaba diciendo, pero no consideró verdadero su relato dada la prueba producida por la fiscalía. Las normas de ética profesional del estado de Louisiana podrían haber impedido que English presentara pruebas de la coartada de McCoy, siempre y cuando el abogado hubiera sabido que involucraba una declaración falsa, pero Louisiana no contempla ninguna norma de esa naturaleza, capaz de haberle exigido que pasara por alto la objeción del acusado y reconociera su culpabilidad.
3. La jurisprudencia de la Suprema Corte de los Estados Unidos relativa a la asistencia letrada ineficaz de un abogado (Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 1984) no se aplica en este caso, donde está en cuestión la autonomía del cliente y no las atribuciones del abogado. Normalmente, para obtener una reparación por el error de un abogado, un acusado debe demostrar haber sufrido un perjuicio (p. 692). Sin embargo, aquí la violación del derecho a la autonomía de McCoy fue completa, ya que el tribunal permitió que English usurpara el control de una cuestión que pertenecía exclusivamente a la esfera decisoria del acusado. La violación de la autonomía de un imputado garantizada por la Sexta Enmienda fue calificada como un error “estructural” y, cuando existe un error semejante, no puede ser objeto de revisión en términos del estándar del error irrelevante respecto a la validez de una sentencia o procedimiento (por ejemplo, McKaskle v. Wiggins, 465 U.S. 168, p. 177, n.° 8, 1984; United States v. Gonzalez-Lopez, 548 U.S. 140, 2006; Waller v. Georgia, 467 U.S. 39, 1984). 
Un error es estructural cuando no tiende a proteger a los acusados ¿¿de una condena errónea, sino a proteger algún otro interés, tal como “el principio jurídico fundamental por el que un acusado debe poder tomar sus propias decisiones sobre la forma correcta de proteger su propia libertad” (Faretta v. California, p. 834). El hecho de que un abogado admita la culpabilidad de su cliente, pese a su oposición expresa, es un error de naturaleza estructural, ya que bloquea el derecho del acusado a realizar una elección fundamental acerca de su propia defensa (Weaver v. Massachusetts). Por tanto, debe otorgarse a McCoy el derecho a un nuevo juicio sin necesidad de que antes demuestre haber sufrido un perjuicio.