Alemania
El 25-2-2013, Alemania promulgó la Ley de Derechos de los Pacientes, ley que modifica el art. 630 del Código Civil alemán y que se aplica tanto a pacientes como a médicos, parteras, psicoterapeutas y a otras áreas de la salud, como ser hospitales y obras sociales.
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Esta ley regula los deberes y derechos de las partes en los contratos entre los médicos y los pacientes: cómo debe presentarse el consentimiento, el deber de información, el mantenimiento de registros, la carga de la prueba en materia de responsabilidad médica por errores incurridos en el tratamiento, entre otras cuestiones.
Muchos de estos derechos y deberes se habían establecido jurisprudencialmente o mediante documentos que carecían de fuerza vinculante. La nueva ley crea el "contrato de tratamiento", que establece el deber de brindar información detallada y completa al paciente: no basta con dar información por escrito, sino que el profesional debe tener una conversación personalizada con el paciente en la que le debe detallar el tratamiento específico, sus posibles riesgos y los tratamientos alternativos. El tratamiento debe realizarse según lo pactado, a menos que el profesional crea conveniente apartarse del mismo, previo acuerdo con el paciente.
Por otro lado, el tratamiento debe estar documentado y el paciente tiene derecho a acceder a ese archivo en todo momento, así como a la totalidad de su historia clínica.
En determinados casos, la ley invierte la carga de la prueba. En materia de negligencia médica, el paciente tiene la carga de demostrar la culpa del médico en los casos de daños leves ocasionados como consecuencia del tratamiento. Sin embargo, es el médico quien tiene que demostrar su falta de responsabilidad en los casos graves o grotescos. Se presume la culpa o el error del profesional cuando este no ha registrado el curso del tratamiento o no mantiene los registros adecuados.
Las obras sociales deben brindar apoyo a los pacientes en sus reclamos por mala praxis o negligencia médica. La ley también establece un plazo para la aprobación de un tratamiento; ante el silencio del paciente, se presume su aprobación tácita.
Conforme a la nueva ley, el médico debe informar al paciente los errores cometidos, a pedido del enfermo o cuando sea necesario para evitar futuros perjuicios. La información podrá ser usada en un juicio penal con el consentimiento del médico, pero es de libre acceso en un juicio civil. La restricción en cuanto al proceso penal se condice con el principio nemo tenetur se ipsum accusare contra la autoincriminación.